Almohadillas: clave para la salud y bienestar de nuestras mascotas
Las almohadillas de las patas son esenciales para la salud y el bienestar de nuestras mascotas, aunque a menudo pasen desapercibidas. Las almohadillas se encuentran en contacto directo con el suelo y actúan como amortiguadores naturales, protegiendo huesos y articulaciones y brindando tracción en superficies difíciles. Sin embargo, las almohadillas también están expuestas a diferentes factores que pueden desgastarlas y dañarlas con el tiempo, lo que puede causar incomodidad y afectar a su calidad de vida.
¿Por qué es importante cuidar las almohadillas?
Las almohadillas son el primer punto de contacto entre tu mascota y el suelo, lo que significa que están en constante roce y soportan todo su peso. Además de proporcionar tracción y estabilidad, las almohadillas protegen los huesos de las patas, absorben el impacto de sus movimientos y ayudan a regular la temperatura. Sin el cuidado adecuado, las almohadillas pueden volverse secas, agrietadas o incluso desarrollar heridas, haciéndolas vulnerables a infecciones y causando molestias a tu mascota.
Factores que pueden afectar la salud de las almohadillas
Las almohadillas están expuestas a una variedad de elementos que pueden causarles daños, entre los cuales destacan:
- Clima extremo: El calor intenso del verano y el frío extremo en invierno pueden dañar la piel de las almohadillas. En días calurosos, el asfalto y otras superficies pueden alcanzar temperaturas muy altas, provocando quemaduras. En invierno, la nieve, el hielo y la sal en las aceras pueden resecar y agrietar las almohadillas.
- Superficies ásperas: Caminatas en terrenos rocosos, asfaltados o con grava pueden desgastar las almohadillas de manera acelerada, provocando heridas o cortes.
- Productos químicos: El contacto con productos de limpieza o herbicidas puede causar irritación en las almohadillas de tu mascota. La exposición a estas sustancias, incluso en pequeñas cantidades, puede sensibilizar la piel, provocando resequedad o grietas.
Síntomas de almohadillas dañadas
Es importante observar las patas de tu mascota regularmente para detectar cualquier signo de daño. Algunos de los síntomas más comunes de almohadillas dañadas incluyen:
- Resequedad o grietas: Las almohadillas se ven ásperas, deshidratadas o agrietadas.
- Enrojecimiento o inflamación: Las almohadillas pueden estar rojas e hinchadas, indicando irritación o una posible infección.
- Dolor al caminar: Si tu mascota cojea o muestra incomodidad al caminar, podría ser una señal de que sus almohadillas están lastimadas.
Skinnia Repair: Protección y cuidado especializado para almohadillas
Para proteger las almohadillas de tu mascota y mantenerlas en óptimas condiciones, es esencial contar con productos específicos que hidraten y reparen la piel de esta zona tan expuesta. Skinnia Repair es un gel bioadhesivo transparente especialmente formulado con ácido salicílico y urea, diseñado para suavizar, hidratar y proteger las almohadillas secas o agrietadas. Su innovadora tecnología de vehiculización crea una película bioadhesiva que se mantiene en el lugar de aplicación durante al menos 8 horas, asegurando una acción prolongada y eficaz. Gracias a su poder queratolítico, el ácido salicílico exfolia suavemente la capa superficial de piel muerta, mientras que la urea ayuda a mantener la hidratación y elasticidad de la piel, aliviando cualquier incomodidad y protegiendo las almohadillas de futuros daños.
Consejos para cuidar las almohadillas de tu mascota
Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para cuidar las almohadillas de tu mascota y protegerlas del desgaste diario:
- Hidratación regular: Aplica Skinnia Repair en las almohadillas al menos una vez a la semana o después de paseos largos. Este producto ayuda a mantenerlas hidratadas y a prevenir grietas.
- Evita terrenos extremadamente calientes o fríos: En días de calor, intenta pasear a tu mascota en horas frescas y evitar el asfalto caliente. Durante el invierno, evita caminar en superficies cubiertas de sal o hielo y asegúrate de secar bien las patas al regresar a casa.
- Limpieza y revisión diaria: Limpia suavemente las patas de tu mascota después de cada paseo para eliminar cualquier residuo o sustancia que pueda irritar sus almohadillas. Revisa si hay cortes, heridas o signos de irritación.
- Protección con botitas: Si tu mascota tolera las botas para perros, pueden ser una gran protección en días extremos, tanto en verano como en invierno, para evitar quemaduras o resequedad.
- Mantén las uñas cortas: Las uñas demasiado largas pueden alterar el apoyo de las almohadillas, causando incomodidad y aumentando el riesgo de desgaste.
Con cuidados regulares y el uso de productos especializados, puedes ayudar a que las almohadillas de tu mascota permanezcan fuertes, saludables y protegidas. Recuerda que unas almohadillas bien cuidadas no solo aseguran el bienestar de tu mascota, sino que también le permiten disfrutar al máximo de cada paseo y juego al aire libre.
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