PATOLOGÍAS QUE TRATAMOS
Dermatitis por contacto
Introducción
La dermatitis por contacto es una reacción inflamatoria de la piel que se produce cuando la piel entra en contacto con una sustancia irritante o alérgena.
La dermatitis por contacto puede afectar tanto a perros como a gatos, y, aunque es menos común que otros tipos de dermatitis, puede causar incomodidad y derivar en infecciones secundarias si no se trata adecuadamente.
Causas
La dermatitis por contacto en perros y gatos puede ser causada por sustancias irritantes como detergentes, desinfectantes o insecticidas, así como por plantas, césped tratado con químicos y materiales sintéticos presentes en collares, camas o juguetes. Productos tópicos inadecuados y metales como el níquel también pueden desencadenar reacciones alérgicas. Identificar y eliminar el agente irritante es crucial para prevenir y tratar esta afección.
Síntomas
La intensidad de las lesiones depende del tiempo de exposición. Entre los síntomas y lesiones más frecuentes se encuentran:
- Zonas eritematosas (de color rosado a rojo).
- Zonas alopécicas (sin pelo).
- Prurito (picazón) que puede ir desde una intensidad media a una intensidad elevada.
- Posibles excoriaciones y costras como consecuencia del rascado.
- Presencia de pápulas (bultos pequeños elevados) y/o vesículas (bultos pequeños elevados llenos de líquido) en la piel.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en el historial clínico y la observación de los síntomas del animal, así como cualquier cambio reciente en sus hábitos o en su entorno. En este sentido, es crucial eliminar la exposición a sustancias sospechosas para ver si los síntomas mejoran. Además de descartar otras enfermedades como dermatitis atópica, parásitos, infecciones de piel o alergia a alimentos podría ser necesario el aislamiento del animal en una jaula de acero inoxidable durante 3-5 días. Esto último confirmaría el diagnóstico si se produjese una mejora.
Tratamiento
El tratamiento de la dermatitis por contacto comienza con la identificación y eliminación del alérgeno responsable, lo cual es fundamental para mejorar el pronóstico. En caso de infecciones secundarias causadas por bacterias o Malassezia, el veterinario puede recetar antimicrobianos específicos. Para controlar los síntomas, como prurito y enrojecimiento, el uso de tratamientos tópicos calmantes es esencial. Productos como Skinnia Calm ayudan a aliviar la irritación, reducir la inflamación y acelerar la regeneración de la piel, mejorando significativamente el bienestar de la mascota.
Prevención
- Evitar el contacto con irritantes como detergentes, desinfectantes o productos químicos.
- Usar productos específicos para mascotas, como champús y productos tópicos hipoalergénicos.
- Mantener la piel hidratada y protegida con tratamientos tópicos como Skinnia Calm.
- Revisar el entorno para eliminar plantas o materiales que puedan causar reacciones.
- Supervisar el uso de accesorios como collares o camas fabricados con materiales seguros y no alergénicos.
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